marcar la bola

En una partida de golf dos jugadores envían la bola a muy poca distancia el uno del otro y, cuando llegan a la posición donde reposan las dos bolas, descubren que ambas son de la misma marca, del mismo modelo y tienen el mismo número. ¿Qué hacen si no son capaces de identificar su bola?

A todos nos ha ocurrido en alguna ocasión que hemos mandado la bola al rought y cuando hemos llegado a la zona donde ha caído la bola empezamos a encontrar varias bolas de otros jugadores que han dado por perdidas y nos cuesta identificar nuestra bola. En esas situaciones nos conciencia os que es recomendable marcar la bola de forma que podamos identificarla sin lugar a dudas.

Pero el planteamiento de hoy es mucho más simple, no hacer falta salirse de la calle, nuestra bola puede reposar en el centro de la calle y la única pega que podemos poner a nuestro golpe es que la bola ha caído al lado de la bola del compañero de partida.

¿Por qué decimos que es una pega que la bola caiga junto a otra? Pues porque si no podemos identificar perfectamente la bola podemos tener problemas. Si nuestra bola es de la misma marca, del mismo color, del mismo modelo y del mismo número que la bola que reposa al lado de la nuestra y ninguno de los dos jugadores identifica su bola de forma inequívoca los dos tendrán que declarar la bola como perdida, con la consiguiente penalización a pesar de tener las dos bolas a la vista y estar en mitad de la calle.

La probabilidad de que ésto ocurra es relativamente escasa ya que hay muchas marcas, muchos modelos, habitualmente se numeran con 4 números, hay varios colores y hay muchos jugadores que tienen sus bolas identificadas pero, si los astros se alinean y somos uno de los que hacen cumplir la regla de la probabilidad, no nos gustará nada el resultado.

Moraleja: aunque sólo sea un punto al lado del número es recomendable marcar la bola con la que jugamos y evitaremos la conocida Ley de Murphy que reza: «si algo puede salir mal, saldrá mal».

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