El ejercicio del tee clavado es un ejercicio para mejorar la fuerza en el putt. Para practicar la fuerza del putt presentamos este ejercicio que, a pesar de su simpleza, nos ayuda a mejorar la fuerza del putt.
Muchos de nuestros putts entran en el agujero en el último giro de la bola en su rodadura, de forma que caen a plomo dentro del agujero. En estos casos, como hemos conseguido el objetivo que era meter la bola en el agujero, entendemos que el putt es perfecto.
Si atendemos exclusivamente al objetivo, al resultado, a meter la bola en el agujero, efectivamente es un golpe perfecto, pero si atendemos a la técnica, a su ejecución, no es tan bueno. Debemos intentar patear con fuerza, que nuestra bola caiga dentro del agujero con cierta fuerza, es decir, pretendemos no quedarnos cortos de fuerza y dar opción a que la bola se quede al borde del agujero sin caer en él.
El ejercicio consiste en patear con fuerza suficiente, en golpear bolas hacia el agujero de forma que al entrar en el mismo la bola golpee en la pared opuesta al sitio por donde entra. Y para ayudarnos a ver la correcta ejecución ponemos una diana en la pared opuesta, un tee. La diana más simple.
Preparación del ejercicio del tee clavado
La preparación es sencilla, pinchamos un tee en el interior del agujero en el lateral opuesto a aquel por el que entrará la bola, de forma paralela al suelo y a unos 3 cm de profundidad.
A su vez pinchamos otro tee a 1,5 metros del agujero para que nos sirva de referencia como punto desde el que golpear la bola.
Realización del ejercicio del tee clavado
Tomamos 6 u 8 bolas y desde el tee que marca la distancia, pateamos con fuerza hacia el agujero intentando que la bola choque contra el tee clavado.
Con la práctica del ejercicio del tee clavado y de forma casi imperceptible nos iremos acostumbrando a patear con fuerza, a dar ese punto más de fuerza al putt que impida que nuestros golpes se queden cortos.
Para dar emoción al ejercicio podemos introducir una variante que consiste en obligarnos a embocar todos los putts golpeando al tee de forma que, si fallamos un golpe o no golpeamos al tee, repetiremos la serie completa y no abandonaremos el ejercicio mientras no completemos la serie. Así introduciremos un factor de presión mental en el juego que se incrementará a medida que vamos embocando bolas en cada una de las series, aumentando la emoción y la diversión en la práctica del putt.